Me sume en hondo estupor la respuesta de mis lectores a los artículos de este blog. A menudo, textos que a mí me parecen bordados tienen bastante menos audiencia que otros escritos más a vuelapluma y que para mí son secundarios. No entiendo nada, y por eso cada vez que publico uno nuevo me siento como el participante en una tómbola. ¿Gustará? ¿No interesará? Muy rara vez me dejan comentarios, y casi siempre uno tiene la sensación de estar escribiéndole a una pared. El síndrome Robinson, lo podríamos llamar. Bueno, si gusta como si no, feliz lectura.
Me sume en hondo estupor la respuesta de mis lectores a los artículos de este blog. A menudo, textos que a mí me parecen bordados tienen bastante menos audiencia que otros escritos más a vuelapluma y que para mí son secundarios. No entiendo nada, y por eso cada vez que publico uno nuevo me siento como el participante en una tómbola. ¿Gustará? ¿No interesará? Muy rara vez me dejan comentarios, y casi siempre uno tiene la sensación de estar escribiéndole a una pared. El síndrome Robinson, lo podríamos llamar. Bueno, si gusta como si no, feliz lectura.